Instituto para la conservación de la Cordillera Neovolcánica ante el Cambio Climático

Nuestro planeta está habitado por una gran diversidad de organismos. Entre ellos, se encuentran las aves y los humanos. Las aves presentan una gran diversidad de conductas, colores y formas; los humanos también presentan diversas conductas, formas de expresarse y de percibir el mundo, algunos limitados por alguna discapacidad funcional, sin que ello les limite contemplar nuestro entorno natural. De hecho, la contemplación de la naturaleza, como la observación de aves, puede potenciar los sentidos y generar bienestar para las personas funcionalmente diversas. Con este mensaje en la mente, integrantes del Instituto para la Conservación de la Cordillera Neovolcánica ante el Cambio Climático A.C. y de la Estación Científica La Malinche, realizaron una serie de talleres dirigidos a jóvenes y adultos con diversidad funcional. Los jóvenes y adultos que participaron en los talleres son estudiantes en el Centro Educativo Copitl Desarrollo Artístico Integral A.C., ubicado en la capital del Estado de Tlaxcala, México, donde se promueve la educación a través de las artes. El objetivo de los talleres fue que los participantes reconocieran al grupo de las aves de acuerdo a su percepción, conocieran su importancia en el ambiente y desarrollaran un interés por observarlas y conservarlas. Estos talleres contaron con el apoyo de una mini-beca para organizaciones y grupos latinoamericanos y de El Caribe, otorgada por el Laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell (Cornell Lab of Ornithology). Los talleres, liderados por la bióloga Cecilia Cuatianquiz, fueron todo un éxito y una gran inspiración para todos. 

Talleres que tocan el corazón

En la primera sesión, se utilizaron materiales didácticos de la Estación Científica La Malinche y del Laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell, para describir qué es un ave, conocer las partes del cuerpo de un ave e identificar algunas especies comunes que se observan en Tlaxcala; después se pidió a los participantes que dibujaran un ave. Muy entusiasmados, los participantes dibujaron de acuerdo a su percepción; incluso, algunos utilizaron plumas para representar su ave. En la segunda sesión, los participantes visitaron un humedal que se resiste a desaparecer entre la mancha urbana de la ciudad de Tlaxcala, la Laguna de Acuitlapilco, donde pudieron disfrutar del aire fresco, estar en contacto con la naturaleza y observar las bellas aves de la región. Ahí, se enseñó a utilizar los binoculares y a observar las aves que se encontraban en distintos lugares. ¡Los participantes estaban encantados! Observaron aves en el agua, perchadas en los árboles o en vuelo. Los coordinadores de la actividad daban la descripción del ave y los participantes confirmaban si la estaban viendo. A veces ellos daban la descripción y los coordinadores les indicaban qué especie era. Algunos participantes fueron muy buenos y notaban características muy puntuales. El Pelicano Blanco Americano (Pelecanus erythrorhynchos), la Gallareta Americana (Fulica americana) y el Pato Tepalcate (Oxyura jamaicensis) fueron las aves mas abundantes que se observaron en la laguna. En total se observaron más de una docena de especies. Fue increíble. La lista de aves observadas fue subida a la plataforma eBird. ¡Un gran ejemplo de la ciencia participativa!

La importancia del jardín

Con el objetivo de vincular a las aves con la flora y la importancia de tener plantas en nuestro jardín o plantar árboles en los jardines urbanos, se visitó un vivero de plantas nativas, medicinales y cactáceas. Los participantes no solo vieron las interacciones de diversas aves con las plantas, también vieron la importancia de la flora para otros organismos, como son las mariposas y abejas. En la última sesión, se realizó un móvil de aves; actividad que sirvió para que los participantes repasaran las partes del cuerpo de las aves, los colores de sus plumas y sus nombres. Los participantes con mucho entusiasmo realizaron su móvil y manifestaron que lo colgarían en su jardín o en su cuarto, pues deseaban tener aves en sus casas. Derivado de estas actividades, tanto la escuela como los alumnos se propusieron crear un jardín comunitario en un área verde vecinal que se encuentra a lado de su escuela. ¡Una idea espectacular! Con apoyo de los vecinos, se obtuvieron diversas plantas de ornato para atraer colibríes y abejas, árboles frutales para atraer aves que comieran frutas (frugívoras) y semillas (granívoras); además, se plantó un pino. Un esfuerzo admirable que traerá bienestar a todo el vecindario, ¡incluyendo a las aves! 

Agradecemos a la Estación Científica La Malinche por el apoyo en la realización de estos talleres maravillosos que calientan el corazón. También se agradece la valiosa participación de las maestras del Centro Educativo Copitl Desarrollo Artístico Integral A.C., quienes apoyaron con la interpretación en lengua de señas para los participantes sordos. Y a la directora Ada Elena Sandoval Luna, por su gran apoyo en este esfuerzo. 

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